La firma Giovanni Bedin nace en 2018. Su primera colección de moda de lujo fue presentada en el Musée des Arts Décoratifs en París y se inspiraba en la geometría de las rayas de las camisetas de los gondoleros y de los marineros bretones, un elemento universal, atemporal y unisex.
La textura técnica es la piedra angular del trabajo de Giovanni Bedin, y la misma desarrolla al mismo tiempo una función decorativa. No hay elementos de decoración innecesarios: la estructura constituye la estética de la ropa, cuyas formas tienden al purismo.
“Empecé mi carrera en el sector de la moda en París, cuando tenía 19 años”, nos cuenta Giovanni Bedin, nacido en Vicenza, en la región italiana del Véneto, pero con base en Londres. “Estudié en la École de la Chambre Syndical, donde aprendí las técnicas y los fundamentos de la alta moda, como el moulage, en las mismas mesas donde antes habían estudiado Yves Saint Laurent y Valentino.
Mi primera experiencia laboral fue con Karl Lagerfeld, que siempre fue y para siempre será mi modelo por lo que concierne cultura, humor, estilo y rigor profesional. Después, trabajé por un tiempo con Thierry Mugler, donde aprendí la arquitectura del traje y la importancia del espectáculo.
Durante muchos años he sido el director creativo de Worth. Tuve el honor de ser el primero en tener entre sus manos los archivos de la histórica Maison, la misma que vestía a las mujeres más célebres de aquel entonces, como Elisabeta de Austria, la princesa Sissi o Sarah Bernhardt. Fue entonces que perfeccioné mi trabajo sobre el busto y el corset que siguen rigiendo la estructura de las prendas, si bien de forma menor que antes.
Mi primera clienta fue Mouna Ayoub, que acababa de divorciarse de Al Rashid. Me pidió el mismo vestido, inspirado en un set de broches de JAR, en dos tallas diferentes.
Para mí, la moda sin Karl es como un desayuno sin café: sus enseñanzas y su disciplina han definido mi creatividad.
Mi camino en el mundo de la moda se resume en la colección prêt-à-porter, que a su vez traduce mi experimentación sartorial a través de pasajes industriales estudiados que hacen que los conceptos fundamentales sean más disponibles. El lujo sigue siendo el elemento primordial, pero está diluido para alcanzar una silueta perfecta para lucir en el día a día.
Uso materiales como el jersey de algodón, el denim y el crepé de China, y me divierto reinventándolos una y otra vez.
Como decía KL, el estilista es como un músico que puede seguir componiendo infinitas veces con las mismas notas”.
Un agradecimiento especial a Giovanni Bedin.
Texto de Cesare Cunaccia.
