LVR: Empecemos desde el inicio; ¿cómo empezó tu colección?
SS: Entré en este mundo cuando relanzaron los Huaraches, en el 2013 o 2014, creo. Ya usaba sneakers antes de eso, pero acababa de iniciar la universidad y tenía múltiples trabajos de medio tiempo, así que cuando relanzaron las Nike Huarache me convencieron inmediatamente. Eran cómodas y diferentes a las que había visto antes – una silueta que me conquistó. Me acuerdo que estaba en una reunión de estudio mientras que participaba en una subasta para obtener un color que nunca había visto. Fue mi primera vez comprando un par del extranjero y recuerdo la sensación de conseguir algo que pocos tenían. Vivo en un país relativamente pequeño, y eso crea la tendencia de vestirse todos iguales. Tener unas sneakers que solo yo poseía me ayudó a crear mi estilo personal. Me sentí empoderada y el sentimiento de seguridad en mí misma sigue aquí. Mi colección creció rápidamente y poco a poco me fui enamorando de las diferentes historias que se relacionaban con cada par.
En general, en Dinamarca no hay una gran cultura sneaker, como en EEUU o Inglaterra, y eso siempre causó un vacío en mí, no poder compartir mi pasión con una comunidad. Cuando empecé mi página @sallyssneakers en 2019 fue lo que obtuve. Rápidamente conocí personas que compartían el mismo interés, y eso lo hizo más divertido. Para algunas personas son solo zapatos, pero cuando entras en la historia de las sneakers hay muchas cosas que aprender.
LVR: ¿Cuál es la diferencia entre coleccionar y usar sneakers? ¿Usas todas las sneakers que coleccionas?
SS: Uso la mayor parte de mis zapatos – las compro con el objetivo de usarlas, pero también tengo más de 300 y solo dos pies, así que no siempre sucede así. Me considero una coleccionista porque es mi pasión y también porque el número de pares exclusivos que tengo son extremadamente limitados o bien, me gustan inmensamente. Ya sé que son solo zapatos, pero para mí son parte de mi vida cotidiana: mi pasión, mi trabajo y una gran parte de mi personalidad.
LVR: Tienes más de 286k followers en Instagram. ¿Qué rol ha tenido esta plataforma en tu colección?
SS: A veces es difícil concebir ese número. No creo que pueda jamás digerir el hecho de que tantas personas estén interesadas en mi página. Cuando inicié estaba estudiando para mi maestría en psicología, tenía 24 años y mi visión del futuro era completamente diferente. Cuando terminé la maestría busqué por seis meses un trabajo pero después decidí trabajar en @sallyssneakers a tiempo completo.
Tener mi propia plataforma me ha facilitado seguir mi pasión. Obtengo acceso temprano a las sneakers y puedo trabajar de cerca con marcas que admiro. Pero también todavía a veces tengo que pagar una reventa o puedo tener problemas para acceder. El mundo de las sneakers es muy difuso y la demanda es muy alta. Para algunas personas, es arte, y para otras, una inversión. También, de alguna manera, las sneakers lograron entrar en el mundo de la alta moda, así que puedes pagar hasta miles de dólares, que incluso supera el precio de algunas marcas de lujo.
Uso la mayor parte de mis sneakers – las compro con el objetivo de usarlas, pero también tengo más de 300 y solo dos pies, así que no siempre sucede así.
LVR: ¿Qué es lo más loco que has hecho (o que harías) para obtener un par de sneakers?
SS: He acampado afuera de diferentes tiendas de sneakers por horas, incluso con temperaturas bajo los cero grados. A veces traigo a mi madre y a mis hermanas, porque solo puedes llevarte un par por persona. Normalmente en estas ocasiones soy la única chica.
LVR: Eres una voz femenina en la comunidad de las sneakers. ¿Qué pasos crees que habría que tomar para amplificar las voces de mujeres en la cultura sneaker?
SS: Antes que nada, no creo que tenga sentido separar hombres y mujeres cuando se habla de sneakers. Espero que llegue un punto en el que la mayor parte de los lanzamientos sea sin género e incluya todos los números, pequeños y grandes.
La cosa que más me gusta de este mundo es que es algo que nos une sin importar nuestras diferencias: lugar, etnia, género o marco social. El hecho es que, la mayor parte del tiempo, todos queremos las mismas cosas. No es que las mujeres quieren solo lo rosa y los hombres lo azul. Quiero aclarar que hemos logrado grandes pasos, ya que ahora hay más diseñadoras y más lanzamientos para mujeres. Pero todavía hay mucho por hacer. Necesitamos empezar a romper barreras, y eso sucede cuando las marcas escuchan a su comunidad. Como mujer, muchas veces he sido excluida de lanzamientos (porque no incluyen mi talla), y eso me ha hecho sentir fuera de la cultura y menos escuchada por las marcas que amo y apoyo. Es raro cómo las sneakers puedan todavía ser relacionadas con un solo género en el 2021. Este año hemos tenido muchos colores en lanzamientos para mujeres, y sé que a muchos hombres les hubieran gustado.
No creo que tenga sentido separar hombres y mujeres cuando se habla de sneakers. Espero que llegue un punto en el que la mayor parte de los lanzamientos sea sin género e incluya todos los números, pequeños y grandes.
